El líder de los disconformes era Rosendo Degiorgi, un joven que trabajaba de zapatero en la tienda. Esta situación provocó que los chicos se reunieran en un bar cerca de dicha tienda, con el fin de tomar una decisión que los reivindicara. Para guiar a los visitantes se había clavado en la pared de un almacés una chapa con la leyenda «Al field del Independiente Foot-Ball Club» y una mano con el índice extendido señalando la dirección.