En su segunda temporada consiguió otra Supercopa, aunque no rindió a su máximo nivel, además de tener desencuentros con el entrenador, Pep Guardiola. A partir de la temporada 1968/69 el Condal cambió su tradicional uniforme blanquiazul por las rayas azulgrana, y pasó a lucir un nuevo escudo con los símbolos del F. C. Barcelona. En la temporada 1989/90, con Vicente Cantatore en el banquillo, el club consiguió una nueva participación en la Copa de la UEFA.